No les interesa el resultado. Los niños construyen cosas por
el placer de construirlas, no para poseerlas.
Sería estupendo que pudiéramos hacer lo mismo, pero tenemos
que admitir que no nos es posible. Como adultos no podemos
olvidar que nuestras acciones tienen resultados. Y no podemos
olvidar lo malos que pueden ser esos resultados.
John Berger, Sobre el dibujo.
Editorial Gustavo Gili, 2011.
Marc Vicens, 2014. |