Sencillamente, se lo tragaban todo y lo que se tragaban no les
sentaba mal porque no les dejaba residuos lo mismo que un grano
de trigo puede pasar, sin ser digerido y sin hacerle daño, per el cuerpecito
de un pájaro.
George Orwell, 1984.
Ediciones Destino, 2001.
Marc Vicens, 2015. |